Nací en una familia de clase media y crecí en la casa de mis abuelos maternos. Tuve una infancia feliz y una adolescencia normal.
Cuando tenía quince años, vi morir a mi abuela por un Ca. de mamas. Su pérdida fue un golpe muy duro para mí, ya que era mi segunda madre y la amaba profundamente. Entre muchas cosas, ella me enseñó a leer y escribir, con sólo tres años de edad.
Cuando tenía quince años, vi morir a mi abuela por un Ca. de mamas. Su pérdida fue un golpe muy duro para mí, ya que era mi segunda madre y la amaba profundamente. Entre muchas cosas, ella me enseñó a leer y escribir, con sólo tres años de edad.
En el 2004 y con 37 años, fui diagnosticada con la misma enfermedad.
Desde ese momento, comencé a recorrer un camino totalmente impensado, que me llevó a la experiencia más devastadora de mi vida. El dolor, el miedo y la incertidumbre fueron mis compañeros permanentes. Sin embargo, también, lo fueron la esperanza, la fe y la fuerza para luchar.
Ya han pasado 16 años y ha sido un largo viaje. Ya no soy la misma y nunca más lo seré.
Hoy, soy una sobreviviente, que ama escribir. Y, compartir sus experiencias y visión del mundo con Uds., a través de una mirada positiva y esperanzadora.
Les invito a ser parte de "El Blog de Sylvia".
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